domingo, 8 de agosto de 2010

Vaticano 2035


Acabo de concluir la lectura de "Vaticano 2035", de Monseñor Pietro De Paoli (Grijalbo, 618 páginas).

Es el título de una novela escrita por Monseñor Pietro De Paoli, un nombre ficticio detrás del cual se esconde una personalidad que, debido a su posición en la Iglesia de hoy, no desea revelar su identidad. No es un libro para profanos lectores de todas las novelas nuevas que salen al mercado. Es un libro que implica un interés especial por el devenir de la Iglesia, sobre todo de la Iglesia que conocemos los que hemos vivido el Siglo XX y parte de este nuevo Siglo XXI.

No es un libro que satisface la morbosidad de los enemigos y adversarios de la Iglesia Católica. Es realmente un libro revolucionario que nos pone a la Iglesia patas arriba y rompe con todos los absolutos que dominan hoy en día a la Iglesia y que en el fondo son adornos relativos y totalmente irrelevantes que si no se cede en ellos es por pura conveniencia burocrática y por intereses creados en sectores ultraconservadores dentro de la Iglesia. Se trata de una novela escrita por un profundo conocedor de los intríngulis de la Iglesia y con un amor a toda prueba a la Madre Iglesia.

No busquemos en este libro las sandeces sacadas por los pelos que se plantean en novelas como el Código Da Vinci.

En este libro futurista se ven situaciones que el autor ve venir a muy corto plazo, contando con las intrigas de sectores recalcitrantes y ultraconservadores que quisieran retroceder y borrar aún las conquistas que ha tenido la Iglesia post-conciliar al Vaticano II. Ese sector ultraconservador el autor lo identifica como Los Templarios y para hacer más apasionante la novela, el autor nos pone de frente a un Papa archiconservador de ese sector que llega al Papado en el año 2015 llamado Pío XIII y que se empeña en borrar las conquistas modestas que había logrado su predecesor el Papa Juan XXIV (Ojo, el último Juan fue el Papa bueno Juan XXIII, Juan XXIV es un invento del novelista).

El protagonista de la novela es un Papa viudo con dos hijas que sale del laicado comprometido, ingeniero italiano de nacimiento, pero formado en Francia e hijo de un médico del Instituto Pasteur Premio Nóbel de Medicina. Su nombre es Tomás I, el cual se alinea en la tendencia reformista de su mentor el Papa Francés Silvestre III, a quien sucede en el Pontificado. Se visualizan las grandes reformas hacia las que está avocada la Iglesia: el papel de la mujer en la Iglesia, el cardenalato en los laicos, el celibato del clero, la unión de los cristianos, etc.

Un tema que ocupa muchas páginas de esta novela es el conflicto palestino-israelí y el papel del nuevo Papa Tomás I en su solución, logrando que los territorios en conflicto en la ciudad santa de Jerusalén pasen a ser patrimonio de la humanidad bajo dominio de la ONU. La novela llega a niveles muy profundos donde se avizora la unidad de las iglesias cristianas, no sin dar a entender la resistencia de la Iglesia rusa ortodoxa acostumbrada al Poder conferido por la era soviética que consolidó privilegios más allá de la época de los zares.

El libro está empapado de jugosos pensamientos cargados de profundidad teológica de lo que representa el meollo del evangelio de Jesús. Solo quiero citar cuatro frases que el autor pone en boca de Tomás I el día en que se convirtiera en Papa, frases que eran su programa de gobierno y que representaron su Testamento para su equipo sucesor:

"Junto a vosotros, no seré el que sabe sino el que acompaña. No seré el que enseña, sino el que dialoga. Nunca seré un Padre, y menos aún un Santo Padre... Pero sí quiero ser, para todos vosotros, un hermano".

Las ideas y vivencias que el autor atribuye al protagonista en cuanto al amor humano y la revalorización que hace del matrimonio como presencia del amor de Dios en el mundo no tiene desperdicio para los amantes de la lectura espiritual.

Pienso que este libro debe ser leído por todo aquel a quien le duela la Iglesia Católica y que les importe su destino futuro a corto plazo y su papel en el mundo actual.

Es curioso el papel que toma en esta novela la Iglesia en América Latina: tanto en el área conservadora (Los Templarios) como en la de avanzada encarnado por nombres ficticios de jesuitas. En esta misma línea de avanzada se pueden apreciar figuras relevantes de la India y del Africa negra.

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